Pasos para implementar un sistema de gestión documental

Si tu equipo comparte archivos por correo, guarda versiones con nombres distintos y pierde tiempo buscando la “definitiva”, ya tenéis un sistema, solo que no está bajo control. Los pasos para implementar un sistema de gestión documental no son únicamente una decisión de TI. Es un cambio operativo que toca personas, procesos y riesgos. Aquí tienes una ruta clara, con ejemplos prácticos de cómo resolver cada etapa con Folderit, un SGD seguro, fácil de usar y listo para escalar.
Pasos para implementar un sistema de gestión documental: diagnóstico y riesgos
Antes de elegir herramientas, entiende qué duele. Dedica una semana a trazar un mapa: tipos de documentos, propietarios, plazos de retención, integraciones necesarias y puntos de riesgo. Pregunta dónde se pierden archivos, qué aprobaciones se atascan, qué exige tu normativa sectorial y qué información es sensible. Con este diagnóstico podrás priorizar. Muchas empresas empiezan por contratos y finanzas porque concentran riesgo y aprobaciones. Otras arrancan por políticas internas y RR. HH. para impactar a toda la plantilla.
Cómo ayuda Folderit: importa una muestra de carpetas y activa el registro de auditoría para ver en tiempo real quién accede y qué cambia. La interfaz es sencilla, no necesitas manuales interminables y el diagnóstico avanza sin fricción.
Gobierno documental y reglas claras
Un SGD sin reglas es otra carpeta compartida. Define roles: quién crea, revisa y aprueba. Establece categorías documentales, propietarios y políticas de nomenclatura, versión y retención. Escríbelas de forma simple para que puedan aplicarse siempre de la misma manera.
Con Folderit conviertes esas reglas en controles reales: permisos granulares a nivel de cuenta, carpeta y archivo, flujos de revisión y aprobación, acuse de lectura y firma electrónica. El control de versiones es automático y las políticas de retención archivan o eliminan según tus plazos. Cada acción queda registrada en un rastro de auditoría inmutable.
Arquitectura de información y metadatos útiles
El buscador será tan bueno como tu estructura. Agrupa por procesos de negocio si eso facilita la recuperación. Define metadatos mínimos pero obligatorios, por ejemplo “cliente”, “vigencia”, “responsable” y “número de contrato”. Menos es más, siempre que permita filtrar con sentido.
Folderit permite crear campos de metadatos personalizados, plantillas por tipo documental y reglas de obligatoriedad. La búsqueda OCR indexa texto dentro de PDFs, imágenes y escaneos. Combinando filtros con texto libre, encontrar un documento tarda segundos. Vincular documentos relacionados, como contratos y anexos, evita paseos por el árbol de carpetas.
Pasos para implementar un sistema de gestión documental: seguridad, migración y flujos
La seguridad no es solo una contraseña fuerte. Piensa en autenticación, segmentación de acceso, cifrado, trazabilidad y ubicación de datos. Si operas en la UE, RGPD exige control sobre dónde residen los datos. Si manejas historias clínicas o información sensible, necesitas controles adicionales.
Con Folderit activas verificación en dos pasos, SSO con Entra ID, Okta o Google y restricciones por IP para que el acceso solo sea posible desde redes de confianza o VPN corporativas. El almacenamiento está cifrado con 256 bits, las conexiones usan EV SSL y el sistema cuenta con certificación ISO 27001. El registro de auditoría y los reportes te preparan para inspecciones. Si necesitas control total, puedes optar por nube dedicada u on-premises. Si prefieres simplicidad, la nube europea de Folderit te ofrece cumplimiento y rendimiento desde el primer día.
Migración por fases que conserva el contexto
No se trata de mover todo de golpe. Elige un área piloto, elimina duplicados, define la nueva estructura y prueba la importación. Lo importante no es la cantidad, sino que los documentos lleguen con su contexto.
Folderit facilita la transferencia conservando la estructura de carpetas y, cuando la fuente lo permite, también metadatos. Puedes arrastrar carpetas completas, usar la API para cargas masivas o automatizar con Make.com. Si tus equipos aún reciben documentación por email, habilita direcciones de carpeta para que los adjuntos lleguen directamente al sitio correcto, etiquetados y listos para el flujo de aprobación.
Automatización y flujos que eliminan esperas
Un SGD aporta valor cuando elimina pasos manuales. Define el recorrido natural del documento: quién revisa, quién aprueba, qué notificaciones necesita cada rol y qué ocurre si hay rechazo o silencio.
En Folderit configuras flujos en paralelo o en serie, o etapas combinadas. Puedes solicitar firma electrónica ilimitada con Folderit eSign, pedir acuse de lectura de una política o convertir un aprobado en PDF con un resumen automático del proceso. Con Make.com o la API conectas el SGD con tu ERP o CRM para crear, mover o etiquetar documentos sin intervención humana.
Pasos para implementar un sistema de gestión documental: adopción y mejora continua
La herramienta puede ser excelente, pero si la gente no la usa, fracasa. Forma con casos reales de cada equipo. Establece un “día cero” en el que se deja de compartir por email lo que ya tiene casa en el SGD. Nombra embajadores internos que resuelvan dudas y eleven mejoras.
La ventaja de Folderit es su curva de aprendizaje corta. La mayoría de usuarios entiende la lógica en minutos, lo que reduce la resistencia y acelera la adopción. Las notificaciones claras y la vista de tareas pendientes ayudan a que nadie se quede atrás en los flujos.
Métricas que importan
Pon objetivos medibles: tiempo de ciclo de aprobaciones, porcentaje de documentos localizados en menos de un minuto, reducción de incidencias de “versión equivocada”. Revisa trimestralmente y ajusta metadatos, flujos o permisos.
Con Folderit ves dónde se atascan los documentos, quién tiene tareas pendientes y qué políticas de retención vencerán pronto. Esa visibilidad permite corregir sin conjeturas.
Despliegue técnico sin drama
Evita soluciones que requieran meses de consultoría para tareas básicas. Valora tiempos de puesta en marcha, soporte y costos escondidos. Folderit se despliega en horas. Puedes empezar en la nube europea y, si lo necesitas, pasar a entorno dedicado u on-premises con el mismo producto. La arquitectura escala desde un equipo pequeño hasta miles de usuarios y el modelo de precios por equipo facilita dar acceso a toda la organización.
Un ejemplo realista
Imagina Compras. Hoy las órdenes llegan por email, se imprimen para firmar y cada analista guarda su copia. En una semana defines metadatos como “proveedor”, “monto” y “centro de costo”, creas un flujo de revisión de tres pasos y activas restricciones por IP para que las aprobaciones solo se realicen desde la red corporativa o VPN. Configuras una dirección de carpeta para que los correos con adjuntos vayan a “Órdenes entrantes”. Al llegar, el sistema etiqueta el documento y lanza el flujo a los aprobadores correctos. Cada decisión se audita y, al finalizar, se genera un PDF con el resumen. Al cierre de mes, los reportes de tiempo de ciclo muestran la mejora. Sin proyectos eternos.
Por qué esta ruta funciona
Porque combina gestión del cambio con tecnología que no estorba. En cada etapa aplicas los pasos para implementar un sistema de gestión documental con controles reales, búsqueda rápida y flujos claros. Folderit aporta firma electrónica, control de versiones, metadatos personalizables, vínculos entre documentos y seguridad de nivel empresarial. Y todo con una interfaz que la gente entiende.
Si estás preparando tu propio plan de pasos para implementar un sistema de gestión documental, empieza con un área piloto. Migra una carpeta real, configura un flujo y mide el cambio. Verás cómo la gestión documental deja de ser un obstáculo y se convierte en una autopista donde tus documentos viajan seguros, trazables y sin atascos.